Inteligencia emocional
- Verónica Ruiz del Olmo
- 2 mar 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 2 abr 2020
QUE ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
La inteligencia emocional es la habilidad humana para identificar, expresar, comprender, gestionar y transformar las propias emociones y las de otras personas.
En otras palabras, hace referencia a la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos.
El psicólogo Daniel Goleman considera que la inteligencia emocional implica cinco capacidades básicas:
1. descubrir las emociones y sentimientos propios,
2. reconocer dichas emociones y sentiemientos,
3. manejarlos,
4. crear una motivación propia y
5. gestionar las relaciones personales.
La inteligencia emocional se define por cuatro atributos fundamentales:
1.Conciencia de uno mismo. Cuando somos capaces de entender por qué respondemos de cierta manera a una situación, entonces comos capaces de controlarla mejor y evitar el estrés y la incomodidad que esta implica. La otra fuente de auto-conciencia es una comprensión de la manera en que otros te responden.
2. Autogestión. Es la capacidad para adaptarnos a situaciones de cambio mientras nos mantienemo positivos, sin reaccionar a ellas rápidamente. La gestión de los impulsos es la única manera de hacer frente a los retos.
3. Conciencia social. Es la capacidad de entender las necesidades y preocupaciones de los demás. Las personas que son socialmente conscientes son capaces de relacionarse con los demás y atraerlos. Saben cómo hacer que cada individuo se sienta especial, entendido y respetado.
4. Gestión de relaciones. Es la capacidad de nutrir las relaciones e inspirar a las personas. Este es el atributo que más comparten los líderes. Inspirar a otros es natural para ellos y porque la gente cree en estos líderes fuertes, ellos son más propensos a superar desafíos.
INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL DÍA A DÍA
La inteligencia emocional nos ayuda mejorar nuestras relaciones, ya que una buena gestión de emociones evita muchos conflictos. Por ejemplo, que nos guardemos sentimientos que tarde o temprano salen a la luz sin control alguno o expresar lo que queremos dañando al otro.
Las personas que disponen de inteligencia emocional tienen estas características: - Son capaces de reconocer y de manejar todo lo que pueden ser las emociones de tipo negativo que experimenten.
- Tienen mayor capacidad de relación con los demás, porque cuenta con la ventaja de que consiguen entenderlos al ponerse en sus posiciones.
- Logran utilizar las críticas como algo positivo, ya que las analizan y aprenden de ellas.
- Son personas que precisamente por tener esta inteligencia emocional y saber encauzar convenientemente las emociones negativas, tiene mayor capacidad para ser felices.
- Cuentan con las cualidades necesarias para hacer frente a las adversidades y contratiempos, para no venirse abajo.
PERO,¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL TRABAJO SOCIAL, EL DERECHO Y LA MEDIACIÓN?
Para comprender la importancia de la inteligencia emocional para los trabajadores sociales, juristas y mediadores, es fundamental partir de la base de que la práctica de estas profesiones implica trabajar con terceras personas. Efectivamente, interactuamos diariamente con usuarios/clientes/mediados, compañeros de profesión y con otros profesionales de la Administración de Justicia y de Servicios Sociales, por lo que el profesional está obligado a desarrollar aquellas competencias y habilidades que faciliten su desenvolvimiento en este contexto con el fin de ser más eficaces. Y es precisamente la inteligencia emocional es el factor determinante del desarrollo de dichas capacidades.
Para los profesionales del trabajo social, que tratamos con individuos y grupos en situaciones complejas y difíciles, saber menear nuestras emociones y las emociones de las personas que tenemos delante, ayuda de manera positiva a continuar con el proceso.
En el caso concreto del mundo jurídico, existe el prejuicio que los juristas únicamente dominan el conocimiento técnico jurídico, por lo que la capacidad de estudio y análisis ha sido esencial en su desarrollo profesional.
El ser capaz de reconocer y regular las emociones le permiten al jurista desempeñarse mejor en su labor. Por ejemplo en la práctica de la abogacía o de la gestoría y asesoría, implica trabajar con otros (con clientes, compañeros de profesión, clientes potenciales y otros profesionales del campo judicial), por esta razón, es importante trabajar en las habilidades sociales para que las labores se desarrollen de forma eficiente y exitosa.
Aquí me gustaría mencionar el blog de Saturnino Olano que además explica con ejemplos la importancia de la inteligencia emocional para el jurista:
En el caso del proceso de mediación, acuden a la mesa de trabajo las emociones de la persona mediadora, las de las personas que recurren al proceso, y las de las personas, que sin estar presentes en la sala, están involucradas en él. Un buen cóctel que conviene saber gestionar de manera adecuada. La inteligencia emocional se revela como uno de los recursos de primera línea de la persona mediadora. Facilitar el encuentro sólo es posible si se conoce el papel de las emociones propias y ajenas, si se presta atención a cómo se combinan y se trazan estrategias para que la expresión emocional redunde en beneficio de la mediación.
Os dejo unos enlaces, de otros blogs que me parecen interesantes:
¿PUEDE APRENDERSE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?
Partiendo de la base que la inteligencia emocional es una habilidad y las habilidades cuanto mas se practiquen mas se interiorizan hasta usarlas de manera imperceptible, si.
Una manera de empezar a practicar nuestra habilidad en inteligencia emocional es leer. Existen un montón de artículos y libros especializados a los que acudir, también es muy interesante la puesta en practica, así que apuntarse a cursos y seminarios sobre el tema también es una manera de fomentar la habilidad.
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