Manejo emocional ante el COVID-19
- Verónica Ruiz del Olmo
- 16 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 mar 2020
Ya he explicado en términos jurídicos lo que supone el estado de alarma. Ahora me gustaría escribir en términos psicológicos las consecuencias de quedarnos en casa.
Como ya ha avisado Fernando Simón, los primeros días pueden ser fáciles, aprovecharemos para leer, ponernos al día con series y películas, limpiar y ordenar; los que tengan hijos, hacer tareas y jugar. Pero de todo nos cansamos e incluso el cuerpo se acostumbra a un estado de inactividad.
Sin embargo no es todo corporal, en este momento las emociones son también muy influyentes. En la web https://www.psycast.es/guia-coronavirus podéis leer algunas de las emociones que podemos estar sintiendo y nos orientan sobre cómo gestionarlas. Echadle un vistazo, esta realmente bien.
Ante esta situación de incertidumbre e inédita de deber permanecer en nuestras casas, el Colegio Oficial de Psicología de Madrid ofrece una serie de recomendaciones:
Estamos sintiendo una serie de emociones con alta intensidad y/o persistentes como:
- Nerviosismo, agitación o tensión, con sensación de peligro inminente, y/o pánico.
- No podemos dejar de pensar en otra cosa que no sea la enfermedad, o la preocupación por enfermar.
- Necesitamos estar permanentemente viendo y oyendo informaciones sobre el tema.
- Tenemos dificultad para concentrarnos o interesarnos por otros asuntos.
- Nos cuesta desarrollar labores cotidianas o realizar el trabajo adecuadamente y el miedo nos paraliza.
- Nos cuesta controlar su preocupación y preguntamos constantemente a nuestros familiares por su estado de salud.
- Percibimos un aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada (hiperventilación), sudoración o temblores sin causa justificada.
- Presentamos problemas para tener un sueño reparador.
Nos recomiendan:
- Identificar pensamientos que puedan generarnos malestar. Pensar constantemente en la enfermedad puede hacer que aparezcan o se acentúen síntomas que incrementen nuestro malestar emocional.
- Reconozcamos nuestras emociones y acéptemoslas. Si es necesario, compartamos la situación con las personas más cercanas para encontrar la ayuda y el apoyo que necesitamos. Importante no menospreciar ni juzgar cada uno estamos viviendo esta situación de forma diferente (con hijos o personas mayores, lejos de seres queridos, con casos cercanos y con historias de vida, con personas que tienen que salir de casa, etc).
- Buscar pruebas de realidad y datos fiables. Conozcamos los hechos y los datos fiables que ofrecen los medios oficiales y científicos y evitar información que no provenga de estas fuentes, descartando información e imágenes alarmistas. Esto incluye las cadenas e información que nos llegan a través de Redes sociales.
- Informemos a los seres queridos de manera realista. En el caso de menores o personas especialmente vulnerables como ancianos, no hay que mentir y debemos darles explicaciones veraces y adaptadas a su nivel de comprensión.
- Evitar la sobreinformación, ya que estar permanentemente conectado no nos hará estar mejor informado y podría aumentar nuestra sensación de riesgo y nerviosismo innecesariamente.
- Contrastar la información que comparta. Si usamos redes sociales para informarnos, procure hacerlo con fuentes oficiales.
Pautas emocionales de autocuidado:
- Mantener una actitud optimista y objetiva. Somos fuertes y capaces. Estamos haciendo lo correcto.
- Importante mantener hábitos de higiene (ducha, afeitarnos, quitarnos el pijama y ponernos ropa cómoda para estar por casa, en caso de teletrabajar vestirnos como si fuéramos a trabajar).
- Importante también mantener rutinas (levantarnos y acostarnos a la hora habitual, comida y cena lo mismo).
- Si estas acostumbrado a hacer deporte, busca en Internet rutinas. No es lo mismo, lo sé, pero en estos días todos tenemos que hacer sacrificios.
- No nos olvidemos de la alimentación, siempre es importante comer acorde a nuestro gasto calórico, en estos días venideros nuestra actividad se paraliza y no necesitamos consumir tanta caloría. Comer frutas y verduras y mantener el horario habitual de comida.
- Evitar hablar permanentemente del COVID-19.
- Apoyarnos en la familia y amigos.
- Ayudar a su familia y amigos a mantener la calma y a tener un pensamiento adaptativo a cada situación.
- Acudir a fuentes oficiales y buscar, como se ha indicado, información contrastada por expertos: Ministerio de Sanidad, colegios profesionales sanitarios -el de médicos, el de enfermería y el de farmacéuticos- y organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- No contribuir a dar difusión a bulos y noticias falsas.
- No reenviar la información que nos llega sin antes haberla contrastado antes.
- No alimentar nuestro miedo ni el de los demás.
- Tener cuidado con las conductas de rechazo, estigma y/o discriminación. El miedo puede hacer que nos comportemos de forma impulsiva, rechazando o discriminando a ciertas personas.
Para los niños y niñas de entre 4 y 10 años, he encontrado un cuento llamado Rosa contra el virus, que tiene como objetivo explicar el COVID-19 y gestionar sus emociones, es importante trabajarlo con los padres.
Esto es una carrera y es importante dosificar las fuerzas físicas y mentales.
¡Mucho animo!
GUÍA CORONAVIRUS: ¿Qué siento y cómo puedo gestionarlo?
Cuento Rosa contra el virus
Cuarentena en casa: ¿Cómo gestiono mi aislamiento para salir airoso del encierro?
Comments